Flavio Briatore está desplegando toda su artillería para intentar convencer al español de que vuelva a su lado, incluyendo poner en duda las intenciones de la escudería roja de ficharle a corto plazo. Pretende así que acepte un contrato más largo.
Briatore considera clave a Fernando Alonso en el propósito de reverdecer los laureles de Renault. Y Flavio está utilizando todos los argumentos posible para intentar convencer al asturiano. Especialmente ahora, cuando las negociaciones se han enmarañado de forma peligrosa a causa de un nuevo escándalo de espionaje que en esta ocasión afecta a la marca del rombo.
El bicampeón español, por mucho que algunos se empeñen en asegurar lo contrario, no tiene tomada ninguna decisión y quizá no lo haga hasta que conozca el veredicto del Consejo Mundial de la FIA (6 de diciembre) sobre las responsabilidades de Renault en la posesión de información confidencial de McLaren. Pero al margen de lo que pueda suceder en Mónaco ese día, la duración del contrato se mantiene como uno de los principales punto de desencuentro entre las partes.
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, sólo acepta un proyecto a medio plazo. En concreto, dos años de ficha asegurada con un tercero opcional sería el mínimo asumible por la casa francesa. Mientras, Fernando prefiere renovar temporada a temporada, en previsión de que la escudería Ferrari pudiera reclamarle ya en 2009.
En ese sentido, Briatore se está encargando de sembrar dudas en las preferencias del español, en un intento casi desesperado de que no renuncie a su propuesta tan sólo por un supuesto interés procedente de Maranello; el jefe de la escudería no considera fiables las intenciones de Ferrari, avisa a Alonso de la vigencia de los contratos de sus dos pilotos, Kimi Räikkönen y Felipe Massa, y de las dificultades que el ovetense tendría para hacerse con un hueco en su estructura.
Es más, incluso le han trasladado a Alonso la teoría de que la escudería roja prefiere no tener a dos grandes campeones en su formación, ante el riesgo de que se repita en sus filas un enfrentamiento como el que este año han protagonizado el propio Alonso y Lewis Hamilton en McLaren.
Pero la prioridad que Alonso está dando a la vigencia del acuerdo invita a pensar que el interés de Ferrari debe ser considerado como algo más que una simple declaración de intenciones o una hipótesis. Y también sabe que la única escudería con solvencia en un proyecto a largo plazo es la italiana.
Contra esos escollos lucha Briatore. Y, por si fuera poco, ahora el proyecto deportivo puede verse comprometido si la FIA decide sancionar con severidad a Renault. La solidez económica es otro aspecto que deben resolver, por lo que una fuerte multa, como la de McLaren, supondría un varapalo importante a sus aspiraciones.
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